Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 5, 32-68

32 Judas dijo a los hombres de su ejército: «Combatid hoy por
vuestros hermanos.»

33 Y, ordenados en tres columnas, les hizo avanzar detrás del
enemigo tocando las trompetas y gritando invocaciones.

34 El ejército de Timoteo, al reconocer que era Macabeo, huyeron
ante él, sufrieron una fuerte derrota y dejaron tendidos unos 8.000 hombres
aquel día.

35 Volvióse luego Judas contra Alemá. La atacó, la tomó y después
de matar a todos los varones y saquearla, la dio a las llamas.

36 Partiendo de allí, se apoderó de Casfó, Maqued, Bosor y de las
restantes ciudades de la región de Galaad.

37 Después de estos acontecimientos, juntó Timoteo un nuevo
ejército y acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente.

38 Judas envió a reconocer el campamento y le trajeron el siguiente
informe: «Todos los gentiles de nuestro alrededor se le han unido y forman
un ejército considerable.

39 Tienen además, como auxiliares, árabes tomados a sueldo.
Acampan al otro lado del torrente y están preparados para venir a atacarte.»
Judas salió a su encuentro.

40 Cuando se aproximaba con su ejército al torrente de agua, dijo
Timoteo a los capitanes de sus tropas: «Si él lo pasa primero y viene sobre
nosotros, no podremos resistirle, porque nos vencerá seguramente,

41 pero si muestra miedo y acampa al otro lado del río,
lo
atravesaremos nosotros, iremos sobre él y le venceremos.»

42 Cuando Judas llegó al borde del torrente de agua, situó a los
escribas del pueblo a la orilla y les dio esta orden: «No dejéis
acampar a
nadie; que todos vayan al combate.»

43 Pasó él el primero contra el enemigo y toda su gente le siguió. Los
gentiles todos, derrotados ante ellos, tiraron las armas y corrieron a buscar
refugio en el templo de Carnáyim.

44 Pero los judíos tomaron la ciudad y quemaron el templo con todos
los que había dentro. Carnáyim fue arrasada. Y ya nadie pudo
resistir a
Judas.

45 Judas reunió a todos los israelitas de la región de Galaad,
pequeños y grandes, a sus mujeres, hijos y bienes, una
inmensa
muchedumbre, para llevarlos al país de Judá.

46 Llegaron a Efrón, ciudad importante y muy fuerte, situada en el
camino. Necesariamente tenían que pasar por ella, por no haber posibilidad
de desviarse ni a la derecha ni a la izquierda.


47 Pero los habitantes les negaron el paso y bloquearon las entradas
con piedras.

48 Judas les envió un mensaje en son de paz diciéndoles: «Pasaremos
por vuestro país para llegar al nuestro; nadie os hará mal alguno;
no
limitaremos a pasar a pie.» Pero no quisieron abrirle.

49 Entonces Judas hizo anunciar por el ejército que cada uno tomara
posición donde se encontrara.

50 La gente de guerra tomó posición y Judas atacó la ciudad todo
aquel día y toda la noche, hasta que cayó en sus manos.

51 Hizo pasar a filo de espada a todos los varones, la arrasó, la
saqueó, y atravesó la ciudad por encima de los cadáveres.

52 Pasaron el Jordán para entrar en la Gran Llanura frente a Bet San.
53 Judas fue durante toda la marcha recogiendo a los rezagados y

animando al pueblo hasta llegar a la tierra de Judá.

54 Subieron al monte Sión con alborozo y alegría y ofrecieron
holocaustos por haber regresado felizmente sin haber perdido a ninguno de
los suyos.

55 Cuando Judas y Jonatán estaban en el país de Galaad, y su
hermano Simón en Galilea, frente a Tolemaida,

56 José, hijo de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, al oír las
proezas y combates que aquéllos habían realizado,

57 se dijeron: «Hagamos nosotros también célebre nuestro nombre
saliendo a combatir a los gentiles de los alrededores.»

58 Y dieron orden a la tropa que estaba bajo su mando de ir sobre
Yamnia.

59 Gorgias salió de la ciudad con su gente para irles al encuentro y
entrar en batalla.

60 Y José y Azarías fueron derrotados y perseguidos hasta la frontera
de Judea. Sucumbieron aquel día alrededor de 2.000 hombres del pueblo de
Israel.

61 Sobrevino este grave revés al pueblo por no haber obedecido a
Judas y sus hermanos, creyéndose capaces de grandes hazañas.

62 Pero no eran ellos de aquella casta de hombres a quienes estaba
confiada la salvación de Israel.

63 El valiente Judas y sus hermanos alcanzaron gran honor ante todo
Israel y todas las naciones a donde su nombre llegaba.

64 Las muchedumbres se agolpaban a su alrededor para aclamarles.
65 Salió Judas con sus hermanos a campaña contra los hijos de Esaú,

al país del mediodía. Tomó Hebrón y sus aldeas, arrasó sus murallas
y
prendió fuego a las torres de su contorno.

66 Partió luego en dirección al país de los filisteos y atravesó Marisá.


67 Al querer señalarse tomando parte imprudentemente en el
combate, cayeron aquel día algunos sacerdotes.

68 Dobló luego Judas sobre Azoto, territorio de los filisteos, y
destruyó sus altares, dio fuego a las imágenes de sus dioses y
saqueó sus
ciudades. Después, regresó al país de Judá.